Mariposas en el Estómago es el título del último libro que he devorado y que me ha hecho recordar mis errores y mis aciertos como persona y como profesional.

Mariposas en el estómago trata de la dirección de personas, de emociones, de sentimientos,…todo ello hacia un objetivo. El libro plasma con gran acierto el mundo emocional que hay dentro de todas las personas.

La protagonista de este libro es una mujer joven ingeniera que siempre ha luchado y trabajado por conseguir ser muy buena en su profesión y por conseguir un buen puesto de trabajo en una multinacional referente en su sector.

Nora, es así como se llama la protagonista, tras trabajar para varias empresas como ingeniera consigue por fin su objetivo, entrar a formar parte de una de las mejores empresas del sector. Su nuevo puesto de trabajo era muy similar a los anteriores, pero había y pequeña gran diferencia, en este nuevo puesto tendría a un equipo de 8 personas a su cargo y eso cambiaría mucho las cosas….

“Dirigir equipos” creo que es una de las funciones más difíciles que he tenido que ejercer en mi carrera profesional y creo que también la es para mucha gente.

La primera vez que tuve que hacerlo me sentía totalmente perdida, el haberme leído este libro entonces me hubiera ayudado mucho, pero con el paso del tiempo me he dado cuenta que de mis errores aprendí y de que es todo mucho más fácil de lo que parece si realmente somos capaces de detectar las Mariposas en el Estómago de la gente de nuestro equipo.

Las Mariposas en el Estómago, son ese cosquilleo que nos entra en el estómago en determinadas situaciones y que casi siempre son ocasionadas por situaciones de: miedo, nervios, angustia, vergüenza,…. Situaciones que nuestro organismo detecta como negativas.

Si somos capaces de detectar las Mariposas en el Estómago de la gente de nuestro equipo y las sabemos gestionar tenemos más del 50% del camino del éxito del equipo conseguido. Para detectarlas hay que comunicarnos con la gente, preguntarles, escucharles activamente, ser empáticos,….

Nora, tras 5 meses de trabajo en la empresa se dio cuenta de que su equipo no funcionaba, de que la gente estaba cabizbaja, de que los resultados no se conseguían,… y decidió empezar de cero. Se había dado cuenta de que había estado ausente para su equipo durante 5 meses y que era momento de empezar a interactuar con ellos.

Nora decidió hablar con ellos y saber de sus intereses, de sus inquietudes, de que es lo que más le gustaba de su puesto y que es lo que menos, de cómo se veían dentro de un tiempo, de que esperaban de ella,…. Era una buena forma de tomar conciencia de la nueva situación y empezar a trabajarla.

El resto de la historia descubridla vosotros….

Para finalizar el post lanzo una serie de reflexiones que creo merece la pena recordar:

  • Nadie nos enseña a ser jefe y desde luego nadie nos avisa de lo difícil que es gestionar a personas.
  • No es suficiente ser un buen técnico para dirigir a personas.
  • Las organizaciones cada vez más necesitan a jefes que produzcan cambios, que motiven, que generen orgullo a la pertenencia,…en definitiva necesitan a líderes y expertos en personas.
  • Y ser experto en personas es ser experto en emociones, y eso camino empieza por el conocimiento de uno mismo.

¿Realmente te conoces? ¿Te has parado a pensar quien eres, para que estás aquí, a dónde vas? ¿Te asusta hacerte estas preguntas porque quizás la respuesta no sea de tu agrado?