Haciendo honor al sobrenombre del día de hoy, “jornada de reflexión”, voy a ponerme a ello para que nuestro sistema advierta que hacemos uso de este día de una manera provechosa.

Cada cierto tiempo se nos da la oportunidad de expresarnos en las urnas, y a medida que pasan los años, y aumentamos nuestra experiencia en ir a votar y analizar los resultados, nos vamos dando cuenta de algunas peculiaridades de nuestro sistema democrático.

La primera de ellas podría ser el sistema de reparto de escaños, la mal llamada “ley de D´Hondt”, el sistema D´Hondt. En este enlace podréis ver de una manera sencilla cómo es el funcionamiento de dicho sistema http://es.wikipedia.org/wiki/Sistema_D’Hond

Como podréis comprobar es un sistema de reparto de escaños que olvida a multitud de votantes que se han decantado por opciones políticas que no son las mayoritarias. De ese modo, sólo tendrán representatividad en los distintos parlamentos un porcentaje de votantes que en multitud de ocasiones no supera el 70%, por lo que un 30% de los votantes son completamente olvidados.

Si a ello sumamos que la participación en cualquier elección en España normalmente no supera el 65%, sólo tenemos que hacer un cálculo fácil para darnos cuenta que en un parlamento sólo estará representada aproximadamente el 50% de la población…… con derecho a voto!! Si tuviéramos en cuenta la población que aún no tiene derecho a voto, a cuanto nos quedaría reducido el porcentaje de representación?

Otro aspecto clave es la “leyenda urbana” de que un voto en blanco va al partido mayoritario. Eso no es cierto, simplemente que los votos en blanco son votos que no se anota ningún partido político, por lo que la masa total de los votos se reduce, y ayudado por ese Sistema D´Hondt, los escaños se vuelven más “baratos”, y favorece ello a quien más votos tiene.

Las movilizaciones del llamado 15M nos están ayudando a comprobar que el descontento aumenta en la población, y seguro que a muchos de nosotros nos está removiendo la conciencia  y ayudando a darnos cuenta de la mediocre clase política que tenemos en España.

Si los descontentos y los que no participan en el sistema (porque no van a votar) decidiéramos emitir un voto en blanco, sin duda sería el “partido más votado”.

Evidentemente el sistema democrático actuaría y otorgaría los escaños siguiendo el Sistema D´Hondt a las opciones políticas que más votos válidos acumularan. ¿Pero qué pasaría si el 50% de los votos emitidos fueran válidos y fueran en blanco?

Sería algo inaudito en una democracia occidental, algo que haría reflexionar a nuestros políticos, y que tornaría la atención de los medios internacionales hacia España. Sería un absoluto caso de estudio, y un hecho que nos indica que “algo huele a podrido en Dinamarca”.

Por tanto, a aquellos que piensen que un voto en blanco va siempre a la mayoría y por ello no van a votar, quizá no están eligiendo la opción más correcta. Un voto en blanco es muy válido, y millones de votos en blanco, mucho más.