El título de la novela de Carmen Amoraga, finalista del Premio Planeta 2010, “El tiempo mientras tanto”, recuerda a una película de hace ya algún tiempo protagonizada por Sandra Bullock: “Mientras dormías”. En ella, el personaje de la actriz esperaba a que su amado despertara del coma pero, mientras tanto, se iba enamorando del hermano de éste.

Sin embargo, la única analogía de la película con esta novela es que la historia gira en torno a la espera de la muerte de María José, que está en coma irreversible tras sufrir un accidente de tráfico. En torno a ésta, se concentran diferentes personajes, familiares y amigos, que nos van mostrando que la vida puede escaparse en cualquier momento.

La espera de la muerte de María José hace que los protagonistas vayan abriendo su corazón de tal forma que conocemos sus historias, su carácter y por qué actúan de la forma en que lo hacen. La partida de María José no se la llevará sólo a ella sino, también, parte de la vida de quiénes la rodean.

Aunque, en principio, el eje central de la novela es triste, es una historia que te transmite muchas cosas. Mediante la narración, que es lo que prima en la obra, se definen muy bien los personajes y la personalidad de éstos, de tal forma que te implicas con ellos y haces tuyas sus angustias. Dolor es la palabra que marca las páginas, es el dueño de los protagonistas que buscan un sentido a su día a día y un por qué a los sinsentidos presentes en su vida. Sin embargo, no es una combinación de angustias sin fin, sino que se van hilando con forma y significado.