Acabo de llegar de la presentación de SOS mi hija es sorda en el Puerto de Sagunto, mi localidad de nacimiento, y no podía esperar a escribir estas líneas.
Gracias a nuestro anfitrión, el Ayuntamiento de Sagunto, a la concejal Tania Ortiz, a Ágora Cultural, representada por Vicente Murria, que además ha presentado el acto. A Librería El Puerto, que se ha encargado de la venta de ejemplares. Y a todos los asistentes que se han acercado a participar de la charla, y que han participado tan activamente con sus preguntas y comentarios.
Y un especial agradecimiento a la Asociación de Personas Sordas de Sagunto y Camp de Morvedre, asociación que lleva más de 10 años luchando por la integración de las personas sordas de la comarca y que han venido acompañados por una intérprete de lengua de signos.
Y gracias a la participación de todos los asistentes, he vivido una experiencia maravillosa. Una presentación que entre todos hemos enfocado no tanto hacia mi caso particular, sino hacia el espíritu de superación que las personas podemos sacar de nuestro interior en los peores momentos.
La llegada de un momento duro supone un proceso hasta la aceptación del mismo. El camino puede ser más largo o corto, pero entre todos hemos constatado la importancia de la búsqueda de razones para seguir adelante. Debemos encontrar esos motivos en la familia, los amigos y nosotros mismos. Y el ser humano, con su capacidad de adaptación es capaz de sobreponerse a las dificultades.
El debate generado, y las aportaciones de los asistentes son lo que da sentido a este libro. Las reflexiones interiores no sobre la sordera, sino sobre cualquier adversidad.
Y seguir aprendiendo. Y hoy he aprendido un concepto muy interesante gracias a la aportación de un miembro de la Asociación de Personas Sordas de Sagunto y Camp de Morvedre:
Existen dificultades que son subjetivas. Lo que para uno es un drama, para otro puede ser sólo una piedrecita. Y por ello hay que valorar las dificultades en su justa medida. No es igual la aceptación de la sordera de un hijo si los padres son oyentes que si son sordos. Para los padres oyentes es un drama. Para los padres sordos se acepta con mayor normalidad. Y con un dinamismo y plan de acción que a los padres oyentes les queda muy lejos.
Gracias a todos los asistentes por haber compartido vuestro tiempo conmigo.
Podéis adquirir el libro desde este enlace en Bubok, Casa del Libro, El corte Inglés y Agapea, ASPAS Valencia (Asociación de Padres y Amigos del sordo) y en la Librería el Puerto de Puerto Sagunto.
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