La vuelta al cole está a la vuelta de la esquina y para muchos padres resulta complicada porque los niños llevan los horarios cambiados, porque no entienden por qué se acaba eso de acostarse tarde, de ir a la playa,… es algo similar a lo que nos pasa a nosotros cuando volvemos al trabajo después de unos días de vacaciones. Yo creo que los niños también sufren depresión post-vacacional.
Hay que ayudar a los niños a adaptarse a estos nuevos cambios, quizás una mochila nueva, un estuche diferente al de otros años, el reencuentro con sus compañeros, a los que lleva meses sin ver, y estrenar libros con olor a nuevo sea lo que les pueda motivar.
Pero, ¿y para los padres? Como afecta esa vuelta al cole.
En nuestro caso, al tener a una niña con discapacidad, la vuelta al cole, supone mucho estrés y vértigo, porque supone un cambio de profesor, un aula nueva, un tono de voz y entonación diferente (en el caso de Aitana esto es importante debido a su sordera).
Para los padres de niños sordos, que es el tema que yo conozco, supone largas charlas con el nuevo profesor, inspeccionar el aula para ver los ruidos, espacios, disposición de los pupitres, utilización de aparatos electrónicos,… y formar a ese nuevo docente en el manejo de sus implantes cocleares, explicarle cómo escucha nuestra hija, las dificultades a las que puede estar expuesta a diario. Tratar de explicarle cómo detectar si Aitana sigue el ritmo de clase por su propia comprensión y/o adaptación o si lo hace por imitación de otros niños.
Son tantas cosas a las que nos tenemos que enfrentar que en ocasiones, a mí personalmente, me da un miedo tremendo. En definitiva esa persona debe integrarse en el Equipo Implante Coclear, y eso significa que debe trabajar en equipo con logopedas, terapeuta auditivo verbal, padres y profesionales médicos. la comunicación entre todos estos debe ser muy fluida por el bien de nuestra hija.
Confío plenamente en mi hija, en sus capacidades y estrategias para adaptarse y defenderse ante cualquier situación, pero para ello debe encontrarse con gente implicada, que comprenda su discapacidad, que quiera ayudarla y que no la trate diferente. A veces les resulta complicado, les asusta, pero de momento hemos tenido la suerte de encontrarnos con gente maravillosa que le ha hecho el camino más fácil cuando así ella lo ha necesitado.
Este año cursará tercero de infantil y empieza el curso con muy buena base. Este verano hemos estado trabajando con ella, anticipando posibles conceptos, conversando mucho para potenciar su comprensión, enriquecer su vocabulario tanto en español como en inglés. El día a día nos irá desvelando cosas que todavía no podemos anticipar, pero confiamos en que todo vaya bien y sino así estaremos para ayudarla como siempre lo hemos hecho.
Desde estas líneas ánimo a todos los padres, que como nosotros, en estas fechas tienen las mismas preocupaciones que nosotros en la cabeza. Luchad por los derechos de vuestros hijos en las aulas, con todas vuestras fuerzas, y pedir ayuda a quien creáis que os la pueda dar, hay gente que siempre está dispuesta a echaros una mano.
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