Hay gente que de forma consciente o inconsciente apaga los sueños de los demás. En vez de alentarles, darles impulso cuando lo necesitan, o hacer que se reafirmen en que ese sueño es lo mejor por lo deben luchar, se dedican (y me reitero, a veces de forma consciente y otras inconsciente) a desalentar, a restar ilusión e importancia a los sueños de otros.
¿Pero qué os habéis creído, qué porque vosotros no los tengáis o tengáis miedo a dar el paso para conseguirlo los demás no tienen derecho a hacerlo?
Me parece estupendo, bueno realmente me parece triste y patético, que tu no luches por tus sueños porque tengas miedos, porque no creas en ti mismo, porque ni siquiera te pares a analizar tu vida y a pensar en cual sería tu sueño…pero por favor, aléjate de aquellos que si los tienen y que luchan a diario con todas nuestras fuerzas para conseguirlos.
Afortunadamente conozco a mucha gente que tiene sueños, algunos personalmente y a otros los sigo en redes sociales, y lo tiene tan claro que se echa a la espalda las malas influencias, se aleja de esas personas,… porque saben que no aportan nada a su sueño, NADA, lo único que podrían aportar serían inputs de negatividad.
Este es el tipo de gente que más aporta en mi vida, de la que más aprendo y a la que más admiro, con diferencia. Son pura fuente de energía e inspiración.
Es complicado hacer un listado de sueños porque cada uno soñamos diferente, pero a modo de ejemplo podrían ser:
Tener un hijo, escribir un libro, irte un tiempo de voluntario con una ONG, adelgazar o engondar, aprender a cocinar, a bailar,… jugar al ajedrez, montar tu propia empresa, crear un concepto, enseñar, aprender a montar en bici, estudiar una carrera a los 60 años, aprender a orientarte con un mapa de montaña, aprender un idioma, hacer un Ironman, correr 5kms…
Pensad por un momento como sería el mundo si todos viviéramos luchando por nuestros sueños:
– Podríamos respirar un ambiente de optimismo y positividad.
– La gente sería más respetuosa con los demás.
– Seríamos más solidarios.
– Aprenderíamos a escuchar.
– Valoraríamos muchísimo más a las personas y sus acciones, porque sabríamos el esfuerzo que hay que hacer por alcanzar ese sueño.
– Reconoceríamos a la gente brillante no simplemente a los que hacen lo correcto.
– No habría tanto gurú que nos impresionara.
– Seríamos capaces de cambiar muchas cosas, de hacer posible lo imposible.
Y un larguísimo etcétera de cosas increíblemente extraordinarias.
Os voy a pedir un favor, dedicad 7 min de vuestro tiempo a ver este vídeo, el vídeo del sueño de un niño discapacitado. ¿Creéis que Rubén hubiera conseguido su sueño si se hubiera rodeado de “chafasueños”?
Y después de ver el vídeo, mirad a vuestro alrededor y analizad, porque quizás debáis cambiar algunas cosas: actitudes, pensamientos, personas, lugares,…
Esto ocurrió en el Duatlón de Cheste de 2103.
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