Hace unos meses que llevo pensando escribir este post y, por fin hoy, ha llegado el día.
Este blog ya no tiene sentido en mi vida, así, sin rodeos. ¿Para qué manteneros en vilo?
Hace años decidí abrir este blog para contaros mis experiencias como corredora popular, pero hoy, soy una ex social runner. Muchos de vosotros ya no me veis en carreras ni eventos relacionados con el running.
Hacía mucho tiempo que no me ponía un dorsal, y casi 3 años que no preparaba un reto deportivo. Hace poco lo hice, quería demostrarme a mí misma que algo quedaba de esa #unasocialrunner, y corrí una media maratón. La preparé en un mes escaso lo que conllevo presión y mucho sacrificio. Lo que antes me generaba adrenalina esta vez fue todo lo contrario.
Lo que se convirtió en una droga para mí hace años, hoy ha pasado a ser un suplicio.
Durante muchos años el running me ayudó en muchas facetas de mi vida, sobre todo, a sobrellevar el shock emocional que supuso para mí saber que mi hija Aitana era sorda.
Esa droga la convertí en un escaparate, porque necesita sentirme valorada y por eso publicaba sin cesar en mis perfiles de redes sociales y en este blog semanalmente mis avances.
Mejoré mucho mis marcas, mi forma física, conseguí perder mucho peso y creía que había encontrado mi felicidad. Pero nada más lejos de la realidad.
Después de varios años, miro hacia atrás y siento que Loles ya no es esa. Esto ya no va conmigo. Sigo haciendo deporte, porque es una necesidad de primer grado en mi vida, pero no necesito este blog de running. Fue una etapa en mi vida que me ayudó, como comentaba anteriormente, pero no era más que correr para huir de una realidad que no me gustaba.
Hoy he aprendido a hacer frente a las cosas que no me gustan de mi realidad de otra forma, desde el silencio, desde el anonimato. Y eso no significa que, si me apetece, pueda seguir escribiendo sobre el deporte u otras actividades, pero ya no tengo la necesidad de ese reconocimiento ni de hacer de mi vida como deportista una “revista”.
Me siento libre de ocultar este blog o de seguir dejándolo público. Lo que sí hice hace tiempo fue ocultar de mi canal de YouTube que me generaban vergüenza.
Por todo esto y más, este blog ya no tiene sentido en mi vida.
Todos, tarde o temprano, sufrimos un proceso de cambios personales que nos hacen desarrollarnos siguiendo otros caminos. Mi momento llegó hace unos años y desde entonces he ido dejando entrar y dejando salir cosas, personas y lugares.
Espero algún día poder deciros que ya he encontrado mi sitio. Hasta entonces seguiré buscando y probando hasta dar con él. Dicen que no está muy lejos, ¡A ver si es verdad!
Quiero agradeceros a todos y a todas los que habéis estado leyendo este blog y siguiendo mi actividad por redes sociales. También me ayudasteis mucho.
Fue un placer asumir el papel de #unasocialrunner, ahora toca asumir el de Loles Sancho en esencia.
Un abrazo.
ohh… qué pena… recién me entero del cierre de este blog.