Todavía recuerdo cuando corrí mi primera Volta a Peu a Canet d´en Berenguer. Fue en el año 2011, Aitana estaba recién implantada, ni siquiera habían conectado sus implantes. Dos días antes volvíamos del hospital de haber estado una semana con ella en la UCI. Tuvimos que ingresarla tras haber sido operada porque se puso con fiebre muy alta y había probabilidad de rechazo de implante.
Por aquel entonces yo estaba abatida, triste y asustada. Estaba viviendo una dura etapa de la que pronto, sin yo saberlo, saldría fortalecida.
Ese año me costaba correr a 6min/km, fue para mi una gran marca cruzar la meta en 1:01h. Recuerdo cruzar la meta con Aitana en brazos sin apenas poder soportar su peso.
Al año siguiente volví a correrla, ese año con ella en mi corazón. Los dos últimos kilómetros agonicé como nunca lo he hecho en carrera. Con a ayuda de Jesús y Juan puede cruzar la meta en 50 minutos pero no fue una buena experiencia.
Seguí entrenando día tras día preparando la siguiente edición, donde me proclamé primera local. Fue una carrera estupenda y un premio muy emotivo. Yo empezaba a ser otra persona, Aitana evolucionaba y yo con ella.
El año pasado, con todas las heridas curadas y más fuerza que nunca volví a tomar parte en la línea de salida e hice mi mejor tiempo en esta carrera, 45 minutos. Como siempre Javier y los peques estaban ahí para verme llegar y aplaudirme.
El sábado pasado volví colocarme entre miles de corredores, con la misma motivación y emoción que en años anteriores. Era mi quinta carrera en casa y volvió a ser especial.
Mirando las fotos me doy cuenta que hoy soy otra persona, que tal y como cuento en mi libro, “SOS Mi Hija es sorda”, tanto Aitana como yo hemos evolucionado, hemos crecido y que con esfuerzo y constancia podemos alcanzar todas nuestras metas.
Eres una campeona. Sólo te faltaba creértelo. 🙂