Hace unas semanas escribía para el blog IEM Business School este post.
No es nada nuevo si digo que la llegada de la digitalización al mundo de las empresas nos ha hecho adaptar nuestros sistemas de gestión, herramientas, reciclarnos y por supuesto, adaptar nuestros planes de marketing a este nuevo escenario.
Con la llegada del marketing online surgen nuevas herramientas de promoción, medición,… pero hay otras cosas del marketing tradicional que siguen y seguirán intactas, como son las 4P´s de Jerome McCarthy que nos llevan a definir nuestras políticas de Producto, Precio, Promoción y Place (distribución)
Es cierto que nuestros productos se pueden adaptar para una venta online, pero seguirán siendo productos, que podemos vender a precios más bajos, utilizaremos nuevos canales de distribución (e-commerce) y nuevas herramientas de promoción (Social Media, e-mail Marketing) pero seguiremos promocionando. Mismos factores en diferentes escenarios o gestionados con nuevas herramientas.
Ahora bien, el marketing online nos ha revolucionado y nos ha traído muchas cosas buenas que hay que tener muy en cuenta, como por ejemplo la adaptación de las 4F´s del marketing y que la mayoría de autores las definen como:
Flujo – Funcionalidad – Feedback – Fidelización
Estas 4F´s ya existían antes de que naciera el marketing online, y si no pensad en lo siguiente… ¿no es cierto que cuando una persona entra a una tienda a comprar habla con el dependiente (flujo), observa los productos que hay en tienda que están perfectamente ordenados y clasificados por categorías,… (funcionalidad), opina o pregunta acerca de ellos (feedback) y si le gusta el producto y el trato vuelve a ir a comprar (fidelización)?
Lo que es importante es saber dónde ubicar esas 4F´s en el marketing online para poder trabajar sobre ellas. Y esto es lo que trataré de explicar de forma resumida a continuación:
1. Flujo: La información se distribuye de forma bidireccional. Las marcas hablan y la audiencia da su opinión. Nuestras conversaciones desde detrás del mostrador las llevamos a webs, blogs, foros y/o redes sociales.
2. Funcionalidad: Nuestros productos ordenados en estantes con su etiqueta de precios, manuales de uso,…. también los llevamos a una web que sea funcional. Las webs deben ser funcionales, usables (principio de usabilidad web) con navegación clara y útil para el usuario. Si el cliente ha entrado en estado de flujo, está en camino de ser captado, pero para que el flujo de la relación no se rompa, queda dotar a la presencia on-line de funcionalidad.
3. Feedback: Entramos en estado de feedback cuando la relación entre cliente o potencial y marca ha comenzado. El usuario está en estado de flujo y además no se desespera cuando navega por nuestra web. Ha llegado el momento de seguir dialogando y sacar partido de la información a través del conocimiento del usuario. Internet es una buena herramienta para preguntar al usuario, para practicar la escucha activa, para conocerlo mejor y analizar toda esa información para tomar las mejores decisiones. El cliente ya no viene al mostrador a preguntar si nos queda tal talla o tal color, lo hace en la web o en los medios sociales.
4. Fidelización: Cuando el cliente ha entrado en flujo, le gusta navegar por nuestra web, tenemos un buen feedback con él,….llega la hora de tratar de fidelizarlo. Para ello debemos aportar valor y una buena experiencia de marca a nuestro público. En el entorno online probablemente el cliente se registre en nuestra web como cliente, se haga fan de nuestra fan page, se suscriba a nuestro blog,…o lo más importante se haga prescriptor de nuestra marca.
Con todo ello quiero hacer ver que el marketing online y sus herramientas tienen su base en el marketing tradicional y que debemos aferrarnos a las raíces del marketing tradicional para poder visualizar el camino y quitarnos esos miedos o vértigos que, en ocasiones, nos produce este nuevo marketing.
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