Podemos definir a las buyer personas como unos aspectos representativos de nuestro consumidor final. Es decir, cómo va a ser la persona que representa a nuestro consumidor final. Una buyer persona construida de manera adecuada puede darnos un montón de información sobre nuestros clientes.
Para construir este modelo de persona, tendremos que obtener los datos demográficos, su comportamiento, sus necesidades y lo que les mueve a actuar.
¿Cómo crear una buyer persona?
La buyer persona es algo ideal y necesario para tu estrategia de contenidos. El content marketing se fundamenta en la necesidad de entender a nuestros consumidores. Todos los buenos copywriters, en primer lugar, intentan ponerse en la piel de su potencial cliente.
Para poder crear una buyer persona, de una manera certera y representativa, es necesario atender a ciertos datos, como la demografía, de qué trabaja, qué es lo que motiva, por qué visita nuestra web y dónde suele buscar la información.
Otros datos convenientes pueden ser, por ejemplo, dónde vive, quiénes son sus influencers, cuánto tiempo tiene para leer un blog o una web y cuáles son sus desafíos diarios.
Con todos estos datos, lo que pretendemos es saber cuáles son sus necesidades, que, a fin de cuentas, es lo que tiene que solventar nuestro producto.
Diferencias entre buyer persona y público objetivo.
Es muy común que estos conceptos se confundan. Pese a ser similares, hay que saber distinguirlos, de una manera adecuada, para entender mejor el concepto.
El público objetivo es el conjunto de personas sin una entidad propia diferenciada.
La buyer persona establece las necesidades que tiene cada persona, mientras que el público objetivo se basa en otros aspectos.
La buyer persona puede aprovechar varios segmentos de la población, mientras que el target se centra en un solo segmento, por lo que, a priori, implica una forma más rentable de obtener beneficios de un segmento más amplio de la población unido por sus necesidades y no por sus características.
Tipos de buyer personas
Diversos estudios demuestran que hay distintas clases de buyer personas:
– El que decide: toma la decisión final de la compra. Normalmente, este suele ser el habitual.
– El que recomienda el producto, como, por ejemplo, un farmacéutico. Él no comprará el producto, pero ayuda en el proceso de venta.
– El influenciador: es la persona que puede hacer que otra compre un producto o no lo adquiera. Por este motivo, resulta fundamental que, si vendemos en un nicho específico, obtengamos una amistad sólida y duradera con sus influencers de referencia.
En conclusión, construir una buyer persona ideal y cercana a la realidad, que sea representativa del target, nos permitirá aumentar nuestras ventas y conversiones, de una manera eficaz, y mejoraremos nuestra estrategia de contenidos.
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