El otro día reunida con unos amigos comentábamos como las marcas tienen el poder de fidelizar a los clientes a través de diferentes técnicas y surgió una discusión  muy interesante y que me gustaría compartir con todos vosotros.

Yo les decía que tenía en mente, por ejemplo, 3 marcas de leche: Puleva, Pascual y Ram pero que consumía leche Hacendado, a lo que algunos me dijeron que Puleva, Pascual y Ram me tenían fidelizada porque el día que yo fuera a comprar leche Hacendado y no hubiera compraría una de esas 3 marcas.

Yo no soy experta en fidelización, pero creo que en esta discusión hay dos conceptos claramente diferenciados:

–          Por una parte la fidelización que Mercadona ha generado en mí a través de su leche Hacendado.

–          El posicionamiento que Puleva, Pascual y Ram han conseguido en mi mente a través de sus campañas de publicidad.

 

Algunos de ellos me argumentaban que aunque yo no consumiera esas 3 marcas de leche me tenían fidelizada y yo insistía en que no, porque para mí la fidelidad hacia un  producto o marca, desde mi punto de vista, va asociada a una acción de compra repetitiva y no a un recuerdo.

Hasta aquí, yo más o menos lo tengo claro pero me gustaría que algún experto en fidelización me dijera si estoy o no en lo cierto.

¿Es necesario para estar fidelizado a una marca/producto/servicio/ que sea tu opción Nº 1 en la lista de la compra o pueden ser compras “de segundo plato” (si no hay de lo que yo quiero recurro a ti)?

 

 

Por otra parte, después de la reunión con estos amigos seguí dándole vueltas a la cabeza y llegué a la siguiente conclusión:

“Si estas 3 marcas de leche están tan bien posicionadas en mi mente, cuando yo hablo de leche las nombro y actúo de prescriptora, con lo que puedo hacer que alguien indeciso acabe comprándolas”.

En este punto si habría acto de compra, no producido por mi directamente pero si indirectamente, entonces ¿eso es fidelización o no?”

Sinceramente, no tengo la respuesta. ¿Vosotros que pensáis?