Estos días estoy siguiendo muy de cerca a atletas populares y no tan populares que se  presentaron en línea de salida en la pasada edición del Maratón Valencia y me encanta ver ciertas cosas que a continuación detallaré.

– Para ellos es un reto de superación personal

– Es algo que les apasiona, que les quita el sueño, que les hace sentir mariposas en el estómago.

– Lo toman como algo tan importante en sus vidas que vuelcan toda su energía y sacrificio en ello.

– Todos y cada uno de ellos llegan al Maratón con un objetivo e incluso algunos con una estrategia clara y un plan de contingencias en caso de que los objetivos, se estiman, no se van a cumplir. Me explico… Algunos llegan con el objetivo de acabarla, otros con el de hacerla en menos de 4h, en 3.30h, menos de 3h… Otros con una estrategia totalmente marcada: hasta el 10k a 5`20”, del 10 a la media maratón a 5`15”, hasta el 30k tratando de rascar 5 segundos por km y a partir del 30 según me encuentre a 4´55” o me mantengo.

– Sacan tiempo de donde no lo hay para salir a entrenar y cumplir con sus planes de entrenamiento.

– Ni el viento, la lluvia, frío o calor les frenan a ponerse las zapatillas y salir a desgastar suela. Nada ni nadie les hace no cumplir el plan.

– Cuidan su alimentación para llegar a la prueba en unas buenas condiciones

– Dedican tiempo a leer post, noticias, ver vídeos… de consejos, recomendaciones,… para corredores.

– Prefieren madrugar un domingo para hacer un largo que quedar el sábado por la noche para irse de fiesta. Sacrifican sus momentos de ocio.

– Analizan sus resultados y son auto-críticos con ellos.

– Cada entrenamiento es como un nuevo reto y en él tratan de mejorar con respecto al anterior.

– Celebran cada pequeño avance como si de algo transcendental para su vida se tratara.

– No se permiten fallar.

– No se permiten llegar tarde, saltarse ningún entrene.

– No se permiten no llegar a la meta aunque sea arrastrándose.

– Si no alcanzan su objetivo se ven duramente afectados anímicamente y no dejan de pensar por qué no lo han conseguido y le dan vueltas y vueltas y vueltas para tratar de no volver a fallar.

– Se “enfrentan” a las personas que ven una “tontería” tanta implicación en algo como correr más de 42 kms, a esos que piensan que correr es de cobardes.

– Defienden su postura y su compromiso ante el cualquiera.

– Y un largo etcétera

Y ahora bien, ¿no creéis que si actuáramos así en la vida, en general, podríamos vivir de otra manera y mucho mejor? Sería una vida más apasionada, llena de retos, de constante lucha por superarnos, una vida  llena de motivación, positiva, con un camino claro y un objetivo cristalino por el que luchar.

Y ahora si quieres, se sincero contigo mismo y trata de visualizar cuales son los tuyos (si los tienes) y de analizar como actúas para conseguirlos.

Yo los míos los tengo bastante claros, de momento, y espero seguir visualizándolos con la misma claridad en un futuro. Y ahora voy a mojarme:

– Preparar a mi hija para que pueda ser en la vida lo que ella se proponga y que su discapacidad no le impida conseguirlo.

Enamorar cada día a mi pareja.

– Rodearme de gente que me aporte cosas buenas, positivas y huir de los que me restan energía o no me aportan nada.

– Crear algo: un producto, concepto…

– Trabajar en lo que realmente me apasiona y me haga llegar todos los días con la mejor de mis sonrisas.

Apoyar a discapacitados y a sus familias.

– Hacer deporte al menos 4 días a la semana: esto me da vida y energía para luchar por los anteriormente citados.

– Y el resto, si lo permitís, me los guardo para mi 🙂

Para muchos puede sonar a  “claroooooo, eso son objetivos que todos quisiéramos para nosotros” pero, los que realmente me conocen saben que estos son los míos y que lucho a diario por ellos y que hago lo que sea por conseguirlos.

Esta es mi hoja de ruta y saco a patadas de ella a los que hacen que me desvíe del camino porque mi vida es este maratón y nada ni nadie va a impedir que consiga cruzar la deseada meta.