La conjura de los necios (A Confederacy of Dunces, en inglés) es una novela de John Kennedy Toole publicada póstumamente en 1980 y galardonada con el premio Pulitzer 1981. Su título es una referencia a una cita de uno de los clásicos de la sátira, Jonathan Swift: «Cuando un verdadero genio aparece en el mundo, lo reconoceréis por este signo: todos los necios se conjuran contra él».

El personaje central, Ignatius J. Reilly, es un ser inadaptado y anacrónico que sueña con que la forma de vida medieval, y su moral, vuelva a reinar en el mundo. Para ello, para ser escuchado en un mundo en el que es incomprendido, rellena de su puño y letra cientos de cuadernos Gran Jefe, en los que plasma su visión del mundo, y desperdiga esos textos por su habitación, con la esperanza de ordenarlos algún día para crear su obra maestra. Mientras tanto la diosa Fortuna, contra su voluntad, lo catapulta al mundo capitalista, viéndose obligado a someterse a la nueva forma de esclavitud que para él es el trabajo. Él se resigna, comparándose a Boecio (que se resignó a su ejecución) y sale a buscar trabajo. Su actividad laboral y vital es el hilo que une y da sentido a toda la obra, y que nos permite conocer a otros personajes.

Lejos de las meras e hilarantes anécdotas que Ignatius va generando alrededor de sí, la novela trasciende a ello para convertirse, en su trasfondo, en un despiadado retrato del género humano. Un retrato lleno de piedad y comprensión, a la vez que amargura y resignación. Tal y como Percy dice en el prólogo, a pesar de las carcajadas que le proporcionó la novela, también tras su lectura sintió cierta tristeza que no sabía muy bien de dónde provenía, si del trasfondo dramático de la novela, o por la tragedia del autor, que se suicidó con poco más de treinta años sin conseguir ver publicada su novela, y que con su muerte nos negó nuevos libros como podría haber sido el de la continuación de esta novela, que se insinúa al final del libro.